Aplauso

Hace unos meses, cuando empezó su andadura este cuaderno de notas, ni se me pasó por la cabeza hablar de fútbol. Pero hoy me siento obligado a hacerlo. Y será para aplaudir al Villarreal, el equipo que acaba de quedar eliminado de la Champions League.

Se ha acabado el sueño. Y lo ha hecho de la peor forma posible: Un penalty a favor en el último minuto. Un penalty fallado por la gran estrella del equipo.

Ha sido duro, pero no es momento de lamentarse. Es momento de ponerse en pie y aplaudir. Hay que reconocer a los jugadores lo que han logrado. Un equipo que hace pocos años estaba en Segunda B... Luego en Segunda A... Siguió en Primera... Llegó la UEFA... Y de pronto, casi de broma, la Champions.

Hoy el Villarreal es un equipo conocido en todo el mundo. Conocido, respetado y temido. Lo es gracias a los jugadores y a una afición que es todo un ejemplo. Pero tampoco debemos olvidar a los cerebros que hay detrás de este fenómeno deportivo. Lo que ha ocurrido en el campo lleva meses preparándose en los despachos. Fernando Roig y su equipo también son muy culpables del éxito.

Hoy ha sido 25 de abril. Tal día como hoy del año 1974 en Portugal se producia la Revolución de los Claveles, la más bella revolución de la historia. En 1707, hace 299 años, se libró la Batalla de Almansa, en la que los valencianos perdimos nuestro autogobierno y los lazos históricos con otros territorios vecinos.

Es una fecha importante, no cabe duda. Pero por delante de estas conmemoraciones, hoy he preferido rendir homenaje a unos hombres que desde la humildad nos han emocionado y nos han ilusionado. Eso debería ser el fútbol. Eso debería ser el deporte.

Muchas gracias Villarreal. Y enhorabuena.