lunes, enero 15, 2007

Amanece por el oeste

Hoy empiezo mis vacaciones. No haré un largo viaje. No viviré ninguna aventura. Las dedicaré a solucionar algunos asuntos pendientes. Me apetece hacerlo.

Mientras, seguiré mirando de reojo a los políticos. Me tienen asustado. Sobre todo Acebes... Creo que bebe demasiado garrafón. O eso, o nos toma por subnormales.

domingo, enero 07, 2007

El efecto pygmalión

Vivimos tiempos difíciles. Cuando no es una cosa, es otra. Y con el año se ha escapado una de nuestras ilusiones más hermosas. Hablo del fin de ETA.

Me pregunto qué ha pasado. Me pregunto por qué esos pistoleros de mierda han vuelto a la carga. Ya sé que los únicos culpables de lo ocurrido en la T-4 son los terroristas, pero como soy muy cabezota, sigo pensando que hay gente que les ha dado fuerza para volver. Me refiero a esos políticos que han puesto todo su empeño en hundir el proceso de paz. Nuestros amigos del Partido Popular se han salido con la suya. Así de claro.

El camino hacia la paz requería mucha tranquilidad. También consenso, confianza y paciencia. Pero hubo quien no quiso tener nada de eso: Se opusieron al diálogo. Acusaron al gobierno de rendirse. Dijeron que era la quiebra del Estado de Derecho. Hablaron de traición a las víctimas. Y vaticinaron que ETA volvería a matar.

Es el efecto pygmalión. La profecía que se cumple a sí misma.

Cuenta la mitología griega que Pygmalión buscaba a la mujer ideal. Harto de no encontrar decidió crear una escultura de marfil. Aquella representación alcanzó una belleza colosal, tanto que el propio Pygmalión se enamoró... Y la amó hasta que el marfil se convirtió en carne. Así nació la diosa Venus.

Este cuento milenario sigue teniendo una aplicación práctica: La expectativa de un evento, puede ocasionar que realmente ocurra. Como el padre que piensa que su pequeño es tonto, le habla como a un tonto, le trata como a un tonto... Y el niño acaba siendo tonto.

El proceso de paz era imposible sin el PP. Para que saliera adelante todos debíamos remar en la misma dirección. Pero prefirieron poner palos en las ruedas, a sabiendas de que así era imposible avanzar.

Ahora ya está. Y yo imagino a Zaplana satisfecho.

Dentro de unos años, no sé cuantos, mandarán ellos. Entonces tendrán alguna oportunidad para negociar y exigirán que les apoyemos... Lo peor de todo es que tendrán nuestra confianza para hacer lo que no dejaron hacer a los demás.

Me gustaría ser ácido, pero soy limón.

viernes, enero 05, 2007

Es hora de volver

A veces nos equivocamos... Y yo llevaba una larga temporada cometiendo una y otra vez los mismos errores. Me había convertido en aquello contra lo que siempre luché. Hasta que llegó ella, la Princesa Leia, y abrió mis ojos. Ahora sé que estaba equivocado.

Tras un largo paso por el lado oscuro, es hora de volver.